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Existen tres clases de clavos especiales:

 

1. Clavos en bobina

2. Clavos en peine

3. Brads, clavos en T y pins

 

Clavos en bobina

 

Especialmente indicados para trabajos de larga duración, las bobinas contienen una gran cantidad de clavos, lo que permite reducir el tiempo de recarga al mínimo. Se suelen utilizar en la fabricación de palets y cajas de madera, vallas, muebles de jardín y en la construcción.

Normalmente, las bobinas de clavos con diámetros de 2.0 a 2.2 mm contienen 350 clavos.

Las bobinas con clavos de diámetros entre 2.5 y 3.1 mm  contienen 225 clavos.

Las bobinas de clavos roofing suelen contener 120 clavos debido al diámetro extra grande de su cabeza.

Clavos en peine unidos con papel.

 

Este tipo de clavo es ideal en trabajos de construcción en donde es importante que los residuos del material de unión de los peines no afecten al trabajo.

Clavos en peine electrosoldados.

 

El sistema tradicional de unión con alambre electrosoldado da a los peines de clavos más rigidez y resistencia en ambientes húmedos.

Clavos en peine unidos con plástico.

 

Los clavos unidos por plástico tienen tradicionalmente la cabeza redonda. Aunque su capacidad de fijación es solo ligeramente superior a la de los clavos de media luna, son los preferidos en el sector de la construcción. Están unidos en escala para poder solapar sus cabezas.

Brads, clavos en T y pins

 

 

Los brads y clavos en T tienen un cuerpo cuadrado en lugar de ser redondos. Suelen tener un diámetro más pequeño que los otros clavos y se usan principalmente para trabajos de acabado en los sectores de la construcción y carpintería.